Blog

KRID LifetimeFishing - Spinning




Etapas…

Períodos, momentos, fases… De ellas se compone la vida, consecutivas y todas diferentes. Muchas o pocas, las vamos quemando, moviéndonos por unos intereses, gustos y objetivos que varían acordes a nuestro estado emocional, nuestra madurez o en función de todo un conglomerado de factores que definen nuestra situación personal, bien sean laborales, geográficos, económicos o familiares. Cada una con sus particularidades, estas etapas son las que, a la postre, definen quienes somos y cómo y en qué decidimos invertir el tiempo finito que se nos ha dado.

En lo que me afecta, la etapa que comprende este último año ha sido una auténtica gincana de acontecimientos que, espero que de forma transitoria, se «han comido» casi por completo la fracción de tiempo que normalmente invierto en pescar y probar material de pesca… y ya no digamos el que he venido dedicando a escribir en este espacio… si me veo en la tesitura de tener que elegir a que dedico el poco tiempo «libre» que tengo, entre dedicarlo a pescar o a escribir…claramente elijo pescar. Esta situación me ha llevado a «lo fácil»… «las urgencias» me han empujado a ser un generador/ consumidor de contenido mucho más activo en Instagram que antaño. Fast Food… contenido simple, rápido y de fácil digestión a cualquier hora y en cualquier lugar… pero, a la postre, el medio que me ha permitido seguir compartiendo, conectado y hablando con muchos compañeros, además de poder conocer a muchos otros.

Una etapa que se inicia y que está muy marcada por la llegada, el pasado Noviembre, hace ya casi un año, de un nuevo miembro a la familia que, además de ojeras y noches sin dormir, ha traído bajo el brazo una reorganización completa de prioridades y muchos cambios en mi vida diaria. Si a esto le añadimos la decisión de cambiar de vivienda y, cómo parezco tener un talento especial para complicarme la vida, liarme a hacer obras dentro y fuera de casa, en el medio de una mudanza, con un niño pequeño y otro recien nacido… este último año ha sido una completa locura. Meses de estrés, de todo «manga por hombro», en los que el polvo y el ruido de pintores, albañiles y electricistas ha sido la constante diaria.

En agua dulce, pese a ello, desde el mes de Febrero, adaptando horarios y reduciendo las horas fuera de casa, más o menos, he podido empezar a salir con «cierta normalidad». No ha sido un buen año de Lucio… al menos para mí, ni a spinning ni a mosca, nos hemos dedicado a salvar los muebles y poco más. Ni el tiempo ni los cauces ni los peces han acompañado y, ya entrada la primavera, me he centrado en técnicas más ligeras. Mejor los barbos, incluído récord personal, y la trucha, con varios peces muy buenos. Aunque no les he dedicado ni el 50% de las horas que les hubiese dedicado en una «temporada normal», solamente la posibilidad de estar en el río y evadirme un rato ya es aliciente suficiente.

Parece, ahora, que se inicia una nueva etapa, más tranquila y, ya desde finales de Mayo, he podido empezar a coger las cañas con más asiduidad, especialmente para pescar en agua salada, algo que no había hecho desde Octubre de 2021. Tras 7 meses, ha sido casi cómo empezar de nuevo… para los que dicen que esto no se olvida, que es cómo andar en bicicleta, discrepo… y no me refiero específicamente a la pérdida de habilidad en el manejo del equipo y de ciertas condiciones físicas, lo fundamental, en mi caso, es la pérdida de agilidad mental en el proceso leer, analizar y gestionar la información que recibo a lo largo de una jornada de pesca y que me hace tomar decisiones en cuanto a señuelos, montajes y, en definitiva, la forma de pescar en función de las condiciones del spot de pesca.

Me he ido varios días para casa con la sensación de «no haber pescado bien» y tras media docena de bolos consecutivos analizados a posteriori, te das cuenta que «parte de la culpa» es achacable exclusivamente a tí, por no leer correctamente el mar, por pescar la zona que no debías, por no llevar encima el equipo y los señuelos más adecuados o, directamente, por tenerlos y no haberlos utilizado, en definitiva, por no haber sido acertado o lo suficientemente ágil en la toma de decisiones.

Lleva algo de tiempo recuperar esos «automatismos», acciones o decisiones que tomamos de forma natural, casi sin pensar, y que, al menos por mi parte, marcan la diferencia entre pescar y estar pescando, entre «hacer» y «entender». De nada sirve repetir 100 veces el mismo lance si no es el lugar, si no es el señuelo o si no es el montaje adecuado para ese momento… sí, por pura ley probabilística, antes o después acabarás cogiendo un pez perdido…pero no es de eso de lo que se trata, al menos en mi caso y desde hace ya bastante tiempo. Cada spot tiene sus características, sus condiciones, su punto de marea y uno o varios momentos a lo largo del año. El spot que, con diferencia, es el que más róbalos me dá cada temporada, es quizás, uno de los que menos frecuento… simplemente porque no tiene sentido ir si no se dan unas condiciones muy concretas y en un par de períodos al año. El resto del año prefiero centrar mis esfuerzos en otras zonas que perder el tiempo en volver a constatar lo que ya sé con seguridad.

Finalizadas las vacaciones, la primera quincena de Agosto, es, con diferencia, el verano que recuerdo haber dedicado menos horas a pescar lubina. La realidad es que, este verano, todo ha estado tan masificado que coger la caña de spinning da mucha pereza. Casi todas las playas están marcadas cómo zonas de baño… aunque casi dá igual, pórque, pedreros incluídos, todo estuvo hasta los topes de turistas, bañistas, motos de agua, flotadores, tablas de paddle surf y elementos de flotación de los más variopinto. Las condiciones del mar tampoco es que hayan acompañado, salvo un par de días, las jornadas arrancaron con mar plato y aguas muy claras. En este escenario, con muchas ganas de relajarme y con pocas o nulas ganas de pensar, me dediqué a pescar media docena de amaneceres, casi en exclusiva, con el SPM90 #LH-554 de Bassday, lo puse en la grapa el primer día y, practicamente, solo lo saqué para cambiarle los triples y para utilizar un par de paseantes de superficie, poco más.

Conclusiones. En pedrero, un único día con las condiciones adecuadas para ese spot, que dió lugar a una jornada para recordar, con 5 peces potentes, muy buenos, de forma casi consecutiva, de los cuales 2 son los únicos que decidí llevarme a casa a lo largo de todo el verano. Mismo lugar, mismo punto de marea, 24h después pero con condiciones diferentes de viento y mar… y bolo cómo una catedral, es lo que hay… no puedo decir que no me lo esperase, está más que comprobado.

¿Las playas? Mi percepción es que, en esta época y en esta zona, cualquier playa de ría está, literalmente, «infestada» de lubina. Por otra parte, no es nada muy diferente a lo sucedido veranos pasados… la mayor parte son peces de pequeño tamaño, con alguna sorpresa bastante decente entre medias. Se mueven en bálamos más o menos grandes y, si las encuentras, es clavar una y la acompañan hasta tus pies media docena más… siempre es divertido, pero, tras localizarlas y tras 2 o 3 días haciendo lo mismo, pierde interés. Parecen clones, casi todas iguales en talla y voracidad… un ejército que ataca y se tira sin piedad al SPM (el mejor el tamaño es el 75, pero se tiran también al 90 y al 110). Manejado con alegría, casi en superficie y con un twitching caótico, se vuelven locas… con una caña del estilo de la Silverado Prototype hasta 15g, el resultado es un par de horas de lo más entretenido.  

Lo cierto es que, pasados unos días, acabé dedicando más tiempo a pescar de noche que de día… y es que, cada vez más, disfruto de la quietud, del silencio y de la tranquilidad de la pesca urbana/ portuaria nocturna… de forma especial en esta época del año. Además de la pesca autóctona típica veraniega de calamares y chipirones, las noches en los puertos con zonas semiiluminadas albergan muchísima vida y muchas posibilidades. Jureles, abadejos, caballas, agujas, listados, sargos, chopas, lubinas… es increible la cantidad de pescado que se puede ver dedicanto un mínimo de tiempo a observar el agua con detenimiento… y lo entretenida, desafiante y técnica que puede resultar su pesca… respetando todas las opciones y opiniones, lo cierto es que, en los últimos tiempos y personalmente, esta pesca me motiva y entretiene más que sacar 10 o 15 lubinetas seguidas, desesperadas por echarle el diente a algo, en una playa de ría.

Etapas, períodos, momento, fases… uno debe hacer lo que le pide el cuerpo en cada momento y lo cierto es que, ahora mismo, me atrae más la idea de invertir horas en intentar comprender los mecanismos de una pesca cómo el Ajing que dedicar el mismo tiempo a lanzar señuelos en una rompiente… ni mejor ni peor, simplemente es lo que más me llena en estos momentos. Si a esto le sumo que, también el Eging siempre ha sido y es, para mí, una técnica altamente adictiva… a la que en el pasado dediqué muchísimas horas y a la que, inexorablemente, cada vez le vuelvo a dedicar más tiempo, el resultado es que, últimamente, duermo muy pocas horas los fines de semana, por no decir que no he perdonado ni una sola noche, a lo largo de los 15 días de vacaciones, para practicar ámbas técnicas. Diferente será ahora, con la entrada del Otoño e Invierno y sus mares «alegres», cuando, supongo, volveré a volcar horas en la búsqueda continua del «premio gordo» en forma de róbalo… aunque, sinceramente, haré lo que más me apetezca hacer llegado el momento. Coger peces grandes, aunque, por supuesto me ilusiona y me gusta, ya no me obsesiona cómo sí lo hizo en el pasado, lo veo más cómo una consecuencia que cómo un objetivo.

Hablando de Eging y UL, un par de varas nuevas y algún que otro carrete han llegado a mis manos… supongo que en breve os hablaré de ellas, cuando aglutine las suficientes pruebas y horas para sacar conclusiones con las que me sienta cómodo, puesto que son cañas cuyas características y usos difieren bastante con respecto a las de los equipos que suelo utilizar habitualmente. Iréis teniendo noticias de todo ello.

COMPARTIR

15 comentarios en «Etapas…»

  1. Una alegría leerte nuevamente. Aunque también entendiendo lo que has pasado y es que el caos a veces se apodera de la vida por un tiempo y más en tu situación, por lo que comentas.
    Espero que de vez en cuando nos obsequies con algo de lectura de la buena, que es tu línea.
    Un saludo y a ver qué nos depara el resto del año.

    Responder
  2. Enhorabuena por el recien llegado a la familia, y darte las gracias por leerte de nuevo, ya era mucho tiempo haciendo clic y se te echaba de menos!! la vedad es que no abundan estes blog con este nivel en todos los aspectos.

    Sin mas darte las gracias de nuevo.

    Responder
    • Muchísimas gracias Jose Luis.
      Yo también he echado de menos escribir, la verdad. Gracias por las palabras y por pasaros por aquí, esperemos coger ritmo de nuevo.

      Un saludo!

      Responder
    • Pues deberías escribir más Javi. Para eso estamos… aunque veo por las estadísticas de visita que las entradas tienen interés, es siemre una satisfacción saber que estaís ahí detras. Muchísimas gracias y un saludo!

      Responder
  3. Pues el jueves regreso a USA ya que el tiempo vuela y hasta finales de Abril del que viene si el cuerpo aguanta jajaja.Eres un fenomeno….lo mas estresante en la vida las mudanzas ,los peques y …los bebe’s..ni idea como tienes tiempo para eso y trabajo fuera de casa? A si,se me olvidaba lo de las obras…!Me alegra que estes por ahi y bien.Te felicito por la otra adicion ya que nos hacen falta para reemplazarnos.Estuve 3 dias a mediados de octubre en Ponferrada y …para mi lo de siempre,una de cal y otra de arena.Un abrazo amigo Alberto

    Responder
    • Que tengas muy buen viaje de vuelta Alberto, será un placer recibirte el próximo año para que puedas pisar, de nuevo, los ríos de León.
      Muchas gracias y un abrazo!

      Responder
  4. La verdad es que siempre te leo pero no te habia escrito antes, tienes un blog de nivel top con un gran contenido y una informacion que no tiene precio.
    Enhorabuena por todo ello.se nota que es tu pasion..

    Responder
  5. Qué bueno leerte de nuevo. Se agradecen mucho estas publicaciones aunque la vida a veces marque otras prioridades (y está bien que así sea).
    Es difícil, hoy en día, encontrar información (o ya ni siquiera información, sino puro entretenimiento) de calidad sobre pesca en internet. Cuanto más accesible es y más sencillo se ha hecho compartirla más ha bajado su calidad (pasa en casi todos temas, no sólo la pesca).
    Así que siempre bienvenidos los blogs, reviews de verdad, no meros unboxings, diarios de jornadas de pesca, etc.

    Un saludo!

    Responder
    • El mundo va cada vez más deprisa. Contenido rapido, simple y a cualquier hora… incluso en un blog escrito es difícil no caer en en esa dinámica.
      Habrá que resistirse!!

      Un saludo,

      Responder

Deja un comentario

uno × cuatro =

SUCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN