Al más puro estilo de cine gore. Los pulpos traman algo… os lo digo yo. Nos acechan… se están reuniendo y organizando para la batalla que les llevará a conquistar la tierra. Solo así se explica que, habiendo practicado la pesca con señuelos artificiales (el egging no cuenta) desde hace más de 20 años, jamás haya capturado uno de estos animales y que, sin embargo, en las últimas 2 salidas desde costa, haya capturado tres el primer día y uno el segundo, que se fugó en el momento de izarlo a la piedra. Por supuesto, todos fueron devueltos al agua… están en veda y lo saben… se aprovechan de ello para seguir maquinando sus planes sin miedo a represalias.
Una especie más que abandona mi lista de «pendientes». Bromas aparte, no deja de ser un acontecimiento curioso… y no he sido el único en tener alguna captura de este tipo en los últimos días. Está claro que, por el motivo que sea, están más agresivos de lo habitual… todo lo contrario a lo que sucede con la lubina. El tiempo tampoco es que haya acompañado… pero es que los peces, simplemente, no están por la labor… y cuando un pez no quiere, no quiere. Existen técnicas y señuelos para acabar «rascando algo», pero nada de grandes jornadas con muchas capturas. Una chasquilla por aquí, otra decente por allá… pero muy trabajadas y rebuscadas. Cómo suele decir un buen amigo… cuando ni siquiera se ven peces en facebook… malo.
El verano no acaba de dar la cara… enseñó «la patita» a finales de Mayo, con una semana de calor desmedido que animó bastante el tema, pero, en Junio, ha vuelto la primavera más temprana y, si me apuráis, casi casi el invierno más tardío. No hace ni dos semanas, las cumbres amanecían blancas, con la que, espero, sea la última nevada de la estación… o se estabiliza el tiempo o esto continuará siendo una montaña rusa de picos puntuales de actividad en días marcados y poco más.
En el río, la cosa también está floja… me estoy centrando en la seca y, la verdad, es que, últimamente, no estoy pescando nada bien… con días muy irregulares en cuanto a actividad de los peces. Las truchas también necesitan de cierta estabilidad meteorológica y, sobre todo, estabilidad en cuanto a presión atmosférica para dar la cara. De lo contrario, es imposible establecer un patrón de actividad. En cualquier caso, los grandes peces empiezan a requerir toda una serie de factores: Meteorología, lugar, momento, mosca, bajo de línea, técnica y suerte… se acabó la pesca de albañil y llega el tiempo del finesse… otras que dejarán de verse retratadas a cascoporro en las redes sociales… al menos, a mosca y hasta llegados a mediados de Septiembre, cuando, si el tiempo acompaña, empezarán a comer de nuevo de cara a almacenar energía para la época invernal.
De vuelta al mar, que es lo que ha tocado este fin de semana, condiciones muy poco favorables… y poca suerte. Dos salidas el sábado y una el domingo.
Día uno. 07:30 zulú y estoy haciendo el primer lance en el pedrero… un stickbait hundido que recojo casi al estilo de un skipping lure. La marea está muy baja y hay muchísima laminaria… no quiero perderlo. A media recogida, la estela de un pez que lo persigue y ataque brutal de algo muyyy grande. El pez falla, el señuelo sale despedido del agua y vuelve a caer… el pez se revuelve buscándolo… se lo dejo quieto y lo animo con unos cuantos toques de puntera… pero no ataca de nuevo. Empezamos bien… Cambio varios señuelos y machaco la zona sin piedad… no obtengo resultados.
Todavía hoy, repasando las imágenes de la Gopro en casa, no me lo puedo creer. Desplaza tal cantidad de agua, que, el ataque, se ve con total claridad, pese a la distancia. Las cosas, sin embargo, siempre pueden ir a peor. Cambio de spot y vuelvo al señuelo de inicio. A los pocos lances, ataque y fuerte picada… esta la clavo, incluso llego a ver el pez en la distancia en la cresta de una ola… pero se suelta ¿Que pasa hoy?
La marea ya está cerca de su punto más bajo. Abandono la idea de tocar una lubina y me centro en librar el bolo de la forma que sea. Zona buena para sargos, pintos y peces de roca. Pruebo un poco a Darting sin resultados, y es entonces cuando tiro de Eel Attack y me dispongo a capturar algo, aunque sea a costa de arriesgarlos en el pedregal… Empieza la «Octopus Party«. 3 pulpos casi de foma consecutiva… completamente surrealista.
Me voy para casa y hablo por teléfono con Pablo. Me invita a salir de tarde, con él y con Javi, para hacer una jornada embarcado, tocando varios spots de poca profundidad, de 1 a 3m, difícilmente accesibles desde costa. La idea es pescar exclusivamente a paseante… pero, cómo os decía más arriba, cuando los peces no quieren… Alguna captura, sí, pero les cuesta mucho subir a superficie, necesitan que la estación esté más avanzada para ello. No hay suficiente pez pasto ni la temperatura del agua es la adecuada. Pablo tira del nuevo Realis Pencil 65 de Duo, que está probando para Ultimate Fishing y que pronto estará disponible en el mercado. Un juguete de solo 65mm y 5,5g que, sin embargo, lanza y se mueve muy muy bien. Me gusta… y funciona. Dará mucha lubina y bass.
Las risas y el buen royo están en el ambiente. Que sencillas son las cosas cuando no esperas más del día que pasarlo bien con dos amigos. Me siento un privilegiado. Los peces no acompañan… pero estoy pasando un rato increíble con buena gente. Si no quieren arriba, habrá que zurrarlas por abajo… tiro, de nuevo, de paseantes hundidos y clavo media docena de peces, también le doy oportunidad a los minnows pequeños… comen lento. Mucho twitching y stop and go para que los cojan, pero alguna se decide.
Día dos. 07:30 zulú y vuelvo a estar en el mismo pedrero del día anterior. Marea ligeramente más alta… pero decido hacer una jornada exclusiva a superficie. El mar tiene unas condiciones espectaculares para ello… y, además, tengo pendiente probar un buen número de poppers y paseantes de mi caja desde la temporada pasada. Si el tiempo lo permite, espero acumular las suficientes horas y capturas con ellos para poder hacer una entrada al respecto antes del verano.
Alguna persecución, un par de amagos de picada… pero no quieren. Insisto e insisto colocando señuelos detrás de la segunda ola. Me muevo por la costa para acabar dando con las omnipresentes agujas… estas no se lo piensan y, aunque son difíciles de clavar, entran tan a lo loco que siempre acabas pinchando unas cuantas. Muy divertidas… hace 3-4 semanas, coincidiendo con los días de calor de finales de Mayo, tuvieron días de actividad desmedida, con algún ejemplar entrado en carnes que hace «cantar» el carrete.
Me planteo irme para casa… pero todavía es temprano. Me doy media hora más para intentar rascar algo diferente a vinilo… De nuevo Eel Attack, de nuevo un pulpo. Es tan surrealista que me da la risa. Se suelta en el aire, en plena maniobra de izado… en cuanto lo veo caer al agua decido que ya he tenido suficiente. Algo pasa con estos bichos, tomáoslo en serio. Estad preparados.
Ya lo predijeron los Simpsons, en este caso con los delfines. https://www.youtube.com/watch?v=wGKodgRAlHk
Ready?
Un saludo.
Tal cual!!! jajaja. Está claro que es el mismo modus operandi. La cosa es seria… un saludo Joaquín!