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Retomando sensaciones. Debutando en el Shore Slow Jigging.

No se que pasa que, cuando estoy más tiempo del habitual sin pescar, volver a coger la caña en la mano se siente raro. Pierdo la confianza, estoy nervioso, ansioso, agarrotado… cómo aquel chaval imberbe que se enfrenta a un examen de conducir por primera vez… queriendo hacer muchas cosas en poco tiempo y todas bien.

No realizaba una «salida salada» desde el pasado 24 de Diciembre. Prácticamente un mes y medio sin acercarme a la orilla… Cuando «vuelves» te puede el ansia de lograr resultados rápido y, si no los obtienes, se multiplican los cambios de señuelo, de recogida y de spot… y te preguntas que estás haciendo mal, si ya no hay peces en el mar o si es que se te ha olvidado «cómo se hacía esto».

Uno de los objetivos que me he propuesto para este 2018, ha sido el de profundizar en el «Shore Slow Jigging» o «Shore Slow Pitch»… aunque sea a costa de llevarme bolos en días en los que, quizás, otra técnica podría darme alguna captura. Que sea la primera vez que coloco un jig de caída lenta en la grapa y el no tener «la presión auto impuesta» por lograr resultados a corto plazo, después de una buena temporada con la caña colgada, ayudó a que las jornadas de este fin de semana fuesen muy gratificantes.

Para la jornada del Viernes, al anochecer, elegí una zona arenosa de la ría en la que, desde que tengo uso de memoria, recuerdo haber visto a pescadores de surfcasting capturando corujos, lenguados, platijas y algún que otro rodaballo. La idea inicial era «debutar» en un pesquero fácil y sin riesgo de perder jigs por incompetencia del pescador iniciado. No buscaba lubinas… y nos las encontré, de echo, ni siquiera buscaba capturas. Las condiciones de marea y el spot se alinearon, sin embargo, para que lograse mi primer pez con un jig de caída lenta.

IMG_2512Llevaba media docena de lances buscando colocar el Drag Metal Cast Slow de DUO en los remolinos que se forman entre las lenguas de arena con la subida de la marea cuando, en una caída acompañando el jig sin perder la tensión en el hilo, noté «el peso». Un peso potente que, de pronto, vence la puntera de la vara. Estos peces «se cuelgan» del señuelo… no hay un ataque violento cómo tal o una arrancada después de la picada. Simplemente se tragan el jig y se quedan quietos.

Una vez clavado, la mayor dificultad es vencer la resistencia que ejerce a ser despegado del fondo. En este caso se trataba de un pez que superaba ampliamente los 3 kg de peso y su trabajo me dio sacarlo a la orilla con el equipo ligero. El pez pugnaba por meterse de lleno en el canal que se genera con la fuerte corriente de subida de la marea y, de conseguirlo, hubiese sido mucho más difícil sacarlo a la orilla. Poco a poco conseguí forzarlo a girar y pude salvarlo.

IMG_2506Primer escollo superado. Empezar con buen pié en una nueva disciplina y después de un buen tiempo sin tocar la caña te sube la moral y da lugar a cogerlo con más ganas. Siendo ya noche cerrada decidí retirarme a descansar para retomarlo al día siguiente. No me compliqué demasiado y, con algo más de confianza en el manejo de los jigs, volví a la misma zona pero me desplace unos 500 o 600 m en la linea de costa para prospectar fondo mixto y, quizás, tener la posibilidad de tocar alguna lubina, abadejo o pez de roca.

IMG_E2535Fue la primera la que hizo acto de presencia (para mi sorpresa). Después de dos picadas que no pude clavar, una lubina entrada en carnes no se lo pensó ante el Slow Blatt Cast Oval de la marca Zetz. Una caída muy lenta y llamativa para cualquier depredador oportunista que se encuentre en la zona, sin ganas de realizar grandes carreras para dar caza a una presa que se escapa, pero que no dudará en abalanzarse sobre una presa moribunda en una arrancada corta y letal.

Son mis primeros escarceos con esta técnica, pero si tuviese que definir un escenario y un objetivo preferente para ella la vincularía a peces inapetentes, temperatura de agua baja y mares lentos. Creo que es en estas condiciones cuando puede marcar la diferencia con respecto al spinning tradicional desde costa, dando capturas que no conseguiríamos, por ejemplo, con un minnow, sin importar el número de veces que lo pusiésemos a distancia de ataque de una lubina.

IMG_E2550Satisfecho, por el momento, con este inicio, dí por concluido el fin de semana de Shore Jigging. El mismo día, ya con noche cerrada, organizamos una salida familiar relámpago a la caza y captura de Chopas. Son ya varios años en los que, por estas fechas, tenemos localizada la entrada de bancos de estos espáridos de buen tamaño en varios spots. Peces muy gordos (algunos cercanos a los 2 Kg de peso) y potentes que hacen sonar el freno del carrete con largas carreras y que, con equipo ligero, se disfrutan muchísimo. Competiciones y piques sanos Padre & Hijo, que rememoran años pasados muy felices y me hacen recordar por qué me gusta tanto pescar.

IMG_2654Fin de semana, por lo tanto, para retomar sensaciones, para aprender cosas nuevas… Empiezo el año haciendo aquello que me propuse al finalizar el pasado. Queda mucho para pasar de lo anecdótico a lo habitual, para saber exactamente cuando, donde, cómo y por qué. Por el momento, ni soy un crack del Shore Jigging ni, siquiera, le tengo cogido algo el punto. Queda seguir confiando en la suerte del principiante, mientras dure, y seguir poniendo los señuelos allí donde crea que puede haber un pez al que engañar. Haced lo mismo. Dadle duro!!

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2 comentarios en «Retomando sensaciones. Debutando en el Shore Slow Jigging.»

  1. El comenzar con nuevas técnicas puede ser un tanto dificultoso, pero si obtenemos respuestas, al final, todo cobrará sentido.
    Este año espero intentar nuevamente la pesca a mosca en el mar, tras peces nuevos. Sé que no será fácil, pero habrá que intentarlo.
    Enhorabuena y a seguir dándole duro.
    Saludos

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